¿INVIERTES TU TIEMPO EN LO REALMENTE IMPORTANTE PARA TI?



¿Eres de esas personas que tienen la sensación de que los días se le escapan de las manos? ¿qué no haces todas esas cosas que deberías hacer para tu bienestar personal, pero inviertes un montón de horas haciendo cosas para los demás y que realmente no te producen ninguna satisfacción o por lo menos, no tanta como desearías? ¿eres de esas personas que ven a otras haciendo un montón de cosas y las admiras, pensando: “yo quiero ser como ella”? o simplemente, ¿te escuchas decir momento tras momento: “es que no tengo tiempo”?





He decirte que esas personas a las que puedes admirar o envidiar (ya sean con una situación familiar y/o profesional idéntica a la tuya o no) por hacer tantas cosas durante el día y aparentemente tenerlo todo controlado, puedes ser tú. La diferencia entre ellas y tú solamente reside en el modo de priorizar, redactar sus metas por escrito y programarse por adelantado las 24 horas de la jornada.
Seguramente estés pensando: “¡si claro! tengo que tener todo escrito y programado, llevar los horarios a rajatabla…” Y yo te digo que no tiene por qué ser así, simplemente te has de reconocer con merecimiento para sacar provecho de tus días e irte a la cama agradeciendo todos y cada uno de los segundos, productivos o no, de los que has disfrutado.

“Que la falta de tiempo en la velocidad de la vida, no te robe el placer impagable de ver la belleza en las pequeñas cosas”
Autor desconocido.


LA IMPORTANCIA DE LAS METAS

Tanto sí, antes de este post has oído hablar o has leído la importancia de establecer metas en nuestra vida, como si no, te invito a que sigas leyendo y que si lo deseas te pongas en acción para dar pequeños pasos en tus días y avanzar hacía ese gran objetivo que en un pasado tuviste, aunque ya has ido dejándolo desvanecer por el camino.

Establecer metas para la vida es una condición innegociable para convertir nuestros sueños en realidad. Tener una vida feliz y estar orgulloso de lo que hacemos en nuestras jornadas no es algo que suceda porque sí, en realidad proviene de una sucesión de pensamientos, de la planificación y de la prioridad de las cosas que son importantes en nuestras vidas.
Establecer metas nos da un sentido de significado y propósito y al alcanzarlas, obtenemos una sensación de logro que nos hace sentir muy bien, ayudándonos a ganar confianza y a creer en nosotros mismos.
En los ámbitos profesionales se dice que sin metas, ni objetivos, las empresas vivirán en una constante improvisación, vulnerables y reactivos a lo que pueda pasar. Yo creo firmemente que en el área personal pasa realmente lo mismo, nos dejamos llevar por el día a día y, sin darnos cuenta se nos han ido un montón de horas sin hacer nada productivo o que nos llene.
En la mayoría de los sitios que hacen referencia a las metas hablan de metas a largo plazo, metas a corto plazo o metas diarias. Mi experiencia personal me dice que si bien, cada una tiene una relevancia diferente no sirve de nada ponerte metas a muy largo plazo, sobre todo, si no estás acostumbrado a ello y no eres capaz de automotivarte.
Teniendo en cuenta unos datos recogidos en un estudio de la universidad de Harvard en 1979 en el que:
- solo el 3% de los alumnos tenían sus metas definidas y por escrito,
- un 13% tenían metas, aunque no estaban puestas por escrito,
- un 84% no tenían ninguna meta concreta, más que saber lo que iban a hacer ese verano…
Pasados diez años se volvió a entrevistar a los alumnos y constataron que el 13% de los alumnos que tenían metas, aunque no por escrito ganaban el doble que el 84% que no tenían metas específicas y lo más espectacular fue que el 3% de los alumnos que tenía metas definidas y por escrito, ¡ganaba diez veces más que el otro 97%.
Este estudio es una muestra clara de cómo enfocarnos hacia lo que queremos y el comprometernos a realizar acciones necesarias en nuestra vida, puede ser la base para conseguir nuestro propio éxito personal.


“Si no tienes una meta, es difícil alcanzarla”.
Paul Arden


No importa cuál sea tu objetivo, puede ser cambiar de profesión, ser mejor madre o padre, sentirte mejor contigo mismo, cambiar de hábitos, etc. Aunque sí, es importante que observes tus progresos de cerca y con frecuencia, de esta manera, te automotivaras y verás que poco a poco irás acercándote más y más a tu meta principal.




CÓMO REDACTAR TUS METAS

No sé si has realizado algún proyecto por escrito en tu vida alguna vez, tanto si lo has hecho como si no, es necesario que escribas una meta grande u, varias, que quieras conseguir, que estén redactadas en infinitivo y que, dependan directamente de ti.
En coaching se utiliza el modelo S.M.A.R.T. para la consecución de las metas, aunque para no alargar mucho más el tema con teoría iré directamente al grano. Algunas veces no conseguimos nuestros objetivos porque no tenemos bien redactadas nuestras metas y las escribimos o las decimos de un modo general. Tus metas tienen que tener estas características:
Specific (Específico). La meta debe ser lo más concreta posible y siempre, siempre, siempre debe depender de ti, no de otros. Debes saber lo que pretendes hacer y cómo. Imagínate explicando tu meta a otras personas con unas pocas frases en un minuto. Invierte tiempo en concretar la meta. Ahora escribe tu meta en una frase.
Measurable (Medible). Lo siguiente que hay que tienes que tener en cuenta es proponerte metas que se puedan medir. Por ejemplo, si quieres aprender a hablar inglés como meta.  Esta idea parece estar bien, aunque no se puede medir porque hay algunos pasos que hay que dar para llegar a un nivel de inglés en el que hables inglés. Así que los objetivos que se pueden medir serían:
-          investigar sobre diferentes cursos durante una hora diaria hasta encontrar el que te guste, inscribirte en el curso que te guste,
-        ir a las clases los días de la semana que te toquen,
-        Estudiar al menos media hora diaria, etc.
 Puedes crear un calendario de pequeñas tareas donde todos los días se dedique un poco de tiempo para llegar a la meta.
Puedes tener, por poner otro ejemplo, la meta de comprometerte con tu salud y tu estado físico y mejorar en estos aspectos. Los pequeños pasos que puedes dar en el día a día y que sean medibles pueden ser los siguientes:
-         Caminar tres días a la semana durante una hora, o todos los días durante media hora.
-         Comer tres días a la semana solo platos cocinados en casa y vegetarianos.
-         Beber dos litros de agua diarios.
-         Subir al menos una vez las escaleras que te llevan a tu casa desde el portal.
Attainable (Alcanzable): La meta que nos propongamos debe ser un reto y algo que nos motive, aunque tenemos que estar completamente seguros de que dando pequeños pasos vamos a alcanzarlo, es decir, que creemos que es posible. Algunas preguntas para enfocarte en este paso son: ¿ha habido otros que lo han conseguido antes que tú?, ¿cuáles son tus habilidades o dones para alcanzar ese objetivo?
Realist (Realista): Las metas que nos pongamos, así como, los objetivos que vayamos a plantearnos para alcanzar nuestras metas, tienes que ser realistas y dentro de nuestras posibilidades, tanto como por nuestra motivación por lograr los objetivos, como por nuestros recursos actuales, etc.). Una pregunta posible para este paso: ¿qué es lo que puedo hacer yo que este en mi mano, para conseguir ese objetivo? Te invito a que pienses en pequeño para alcanzar algo grande.
Timely (Tiempo): tienes que delimitar el tiempo que te va a llevar conseguir la meta poniendo fecha. Al igual cada objetivo diario o semanal debería ir determinado por una hora o tiempo que vas a emplear en ello.
Para todo esto te aconsejo que utilices una agenda o una app en donde lo tengas por escrito y te tomes un tiempo para reflexionar sobre ello. ¡Importante que este escrito! Da igual la forma que utilices, la que mejor te parezca a ti. Yo soy partidaria de tenerlo sobre papel por es lo que a mí me vale, sin embargo, hay un montón de personas que utilizan diferentes apps y están contentas con ellas.
Hazte un favor y deja a un lado la pereza para invertir unos minutos de tu día para programarlo. Está muy bien que tengas tus horarios de trabajo, tus horarios de limpieza de casa, tus horarios de estar con tus mascotas o tus hijos (si los tienes) pero ¿qué pasa contigo? Si tienes la sensación de que se te van las horas sin hacer cosas productivas y realmente importantes para ti, has de programarte un calendario de rutinas.

Con todo esto, no te digo que lleves todo a rajatabla, que no seas flexible cuando sucedan acontecimientos que pueden variar tu organización. El tiempo se nos va… los años que ya hemos vivido no los vamos a recuperar. Lamentablemente, muchas personas llegan al final de sus días no quejándose de lo que no han hecho, pero sí lamentándose de todas las cosas que podían haber hecho y no hicieron.

“No puedes ahorrar tiempo para usarlo otro día”
Denis Waitley

¿CÚANDO REALIZO LA PROGRAMACIÓN?
Existe un montón de información de cómo y cúando organizar tus días y de cómo, el invertir tiempo en la programación te será realmente útil para no dejarte llevar como un papel que se lo lleva el viento.
Sin alargarme más con este tema y  si ves que realmente es importante para ti puedo hacer un post dedicado más concretamente a ello ¡házmelo saber!

Yo por mi parte suelo dedicar un día al mes a escribir mis metas y qué objetivos tengo que alcanzar para acercarme a ellas. Cada fin de semana dedico mínimo una hora a organizarme de la mejor manera posible la semana. Leo mis metas a largo plazo y me concentro en objetivos pequeños para esa semana. Por las noches, miro mi agenda y las cosas que me he propuesto hacer el día siguiente. Al tenerlo escrito te aseguro que gran parte lo lograrás y podrás cambiar tus prioridades según los nuevos acontecimientos que hayan surgido. Al final de la semana reflexiono sobre lo que he conseguido y qué es lo que tendría que haber hecho diferente para “haber conseguido lo que no he conseguido” dentro del plazo propuesto.

¿CÓMO AUTOMOTIVARSE PARA ALCANZAR LAS METAS?

Una práctica que me ha servido a mí y a muchos para motivarse para alcanzar sus metas es la siguiente: visualizarte o escribir como te sentirás cuando alcances tus metas, hazlo invirtiendo tiempo y metiéndote en el papel, piensa en cómo te sentirás, qué es lo que oirás, que es lo que te dirán, dónde estarás y qué verás. Puedes imaginarte también contándole a alguien que aprecias tus logros o escribe una carta a un amigo imaginario de todos tus logros y de cómo te sientes. Todos esto realízalo cómo si realmente ya lo tuvieras.
¿Te cuento un secreto que pocos saben de mí? En mi diario personal tengo una hoja en la que dibujé un montón de escaleras y que le puse por título: “La escalera de mi éxito”. La verdad, esto lo leí en alguna parte y me motiva mucho el poder escribir en cada peldaño cada logro que considero importante para mí. Dibújate tu escalera del éxito para que los días que estés poco motivado puedas ir a esa hoja y decir: ¡pues sí que puedo! y ¡sí que consigo cosas!
Todo esto es tiempo que me regalo y que tú también puedes regalarte si de verdad estás comprometido con tu bienestar.
No importa si tus metas van dirigidas a estar más rato con tu familia, a invertir más tiempo en ti de una forma o de otra, o si tus metas van relacionadas con tu profesión. Te mereces tener tiempo para lo realmente importante para ti y si no sacas unos minutos para
Prográmate tus días te será difícil poderle sacar provecho al día.

¡Invierte tiempo en ti y en los tuyos ¡claro esta!, tú lo agradecerás y ellos también por verte a ti más motivado y feliz!


MI EXPERIENCIA

“No tengo tiempo” Yo durante muchos años fui protagonista de esta frase, hasta que me di cuenta que estableciendo prioridades en mi vida todo iba mejor y actualmente, me hace sentir realmente bien pensar en todas las cosas que he hecho durante el día, antes de cerrar mis ojos y dormir. Miro hacia atrás y creo firmemente que esto ha cambiado completamente mi modo de hacer las cosas y ha influido mucho en mi desarrollo como persona. Sé que aún me queda mucho por aprender y que no se nada, aunque tengo claro que quiero vivir cada momento de mi existencia haciendo esas cosas que realmente me llenan.
He de decir que los escritos que realizo en esta página me llevan muchísimo tiempo, más que el que había pensado en un primer momento, pero cuanto más comparto con personas como tú mis experiencias, la información que tengo en la cabeza o recopilo, más me motivo.
Además, para mi es una forma de tener organizada toda la información que he ido aprendiendo y lo que me ha servido. Me llena de satisfacción recibir mensajes como los que recibo. Invito a todos a escribirme y a comentar directamente en el blog. Recibo comentarios de diferentes fuentes, Facebook, WhatsApp y me llena de satisfacción que cada vez más personas saquen tiempo para escribirme, sobre todo el en el blog. ¡hazlo ya! ¿a qué esperas? Ponme un comentario sobre el artículo, no seas de los que lo dejan para otro momento si te ha gustado el articulo agradécemelo de esta manera.
Os he de decir también que me comprometí conmigo misma a subir artículos en el blog, un viernes de cada dos, y que por ahora lo estoy cumpliendo, porque como ya he dicho antes, me encanta escribir y poder acompañar a otros en su camino de desarrollo interior.
Lo hago de forma voluntaria, muchos me preguntan ¿pero qué ganas con esto? Y yo les digo que por ahora solo aumentar mi motivación para enfocarme en lo que realmente quiero. ¿Quién sabe igual el día que tenga un millón de subscriptores o comentarios Blogger me hace ganar dinero con esto?
A veces llegar a cumplir mi compromiso no es fácil por el ajetreo diario y la rutina, aunque he llegado a levantarme a las seis de la mañana y ponerlo como una prioridad en mi vida porque es parte de lo que me llena y no quiero que mis horas, se me vayan no habiendo hecho lo realmente importante.

“Un hombre que se atreve a perder una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida”
Charles Darwin

Para finalizar esta publicación te dejo un cuento sobre cómo establecer prioridades, espero que realmente te guste y te haga reflexionar sobre ello.

“Un día un anciano profesor fue llamado como experto para hablar de la planificación más eficaz del tiempo a los mandos superiores de algunas empresas norteamericanas. Entonces decidió probar un experimento. De pie, sacó un gran vaso de cristal vacío. A la vez tomo también una docena de grandes piedras que colocó con delicadeza, una por una, en el vaso para llenarlo. Cuando ya no se podía llenar más pregunto a sus alumnos: “¿Les parece que el vaso está lleno?”, y todos respondieron: “¡Sí!”. Espero un instante e insistió: ¿Están seguros?”.



Se inclinó de nuevo y sacó de debajo de la mesa una caja llena de gravilla que echó con precisión encima de las piedras, moviendo levemente el vaso para que se colara entre ellas hasta el fondo. “¿Está lleno esta vez el vaso?”, preguntó. Más prudentes, los alumnos comenzaron a comprender y respondieron: “Tal vez aún no”. “¡Bien!” contestó el anciano profesor. Se inclinó de nuevo y sacó esta vez un saquito de arena que, con cuidado, echó en el vaso. La arena rellenó todos los espacios que había entre las piedras y la gravilla. Así que dijo de nuevo: “¿Está lleno ahora el vaso?”, Y todos sin dudar respondieron: “¡No!”. En efecto respondió el anciano, y, tal como esperaban, tomó la jarra que estaba en la mesa y echó agua en el vaso hasta el borde.
En ese momento alzó la vista hacía el auditorio y pregunto: “¿Cuál es la gran verdad que nos muestra este experimento?” El más audaz, pensando en el tema del curso (la planificación del curso), respondió: “Demuestra que también cuando nuestra agenda está completamente llena, con un poco de buena voluntad, siempre se puede añadir algún compromiso más, alguna otra cosa por hacer.”
“No -respondió el profesor- no es eso. Lo que el experimento demuestra es otra cosa: si no se introducen primero las piedras grandes en el vaso, jamás se conseguirá que quepan después.” Tras un instante de silencio todos se percataron de la evidencia de la afirmación. Así que siguió:
“¿Cuáles son las piedras grandes, las prioridades en vuestra vida? ¿la salud? ¿la familia? ¿los amigos? ¿Defender una causa? ¿Llevar a cabo algo que les importa mucho? Lo importante es meter esas piedras grandes en primer lugar en su agenda.
Si se da prioridad a miles de otras cosas pequeñas (la gravilla, la arena), se llenará la vida de nimiedades y nunca se hallará tiempo para dedicarse a lo verdaderamente importante.
Así que no olviden plantearse frecuentemente la pregunta: “¿Cuáles son las piedras grandes en mi vida?” y situarlas en primer lugar en la agenda” A continuación con un gesto amistoso, el anciano profesor se despidió del auditorio y abandonó la sala.      

¡Un saludo para ti!! Muchas gracias por leer mi blog.
Vanesa Garin ¡Aquí y ahora!

Comentarios

  1. Buenas noches Vanesa !!
    Acabo de leer el post .Estoy realmente agradecida de la labor que hacer y el trabajo que supone realizar este post .se nota que lo haces con entusiasmo y dedicación al blog .Que tu blog se el DESPERTAR de cada persona y alma .
    De qué aprendamos a priorizar las tareas más importantes y vitales en nuestro día a día .El no llenarnos de mil tareas que al final nos saturan el cuerpo y mente . Lo sé por experiencia propia.Los pequeños pasos que pensamos que no merecen la pena ,son los más grandes.el salir de tu zona confort.ese pequeño paso y esfuerzo merece la pena .besos y abrazos .

    Gracias Vanesa!!

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  2. So "smart"!!! Qué evidente parece y qué difícil llegar a la conclusión sobre nuestras prioridades!! Este post me ha sido de muchisima utilidad, Vamesa Garín, y te animo a que hagas uno con consejos para una eficiente planificación diaria. Ahí te lo dejo!!! Jeje

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