MIRA HACIA DENTRO PARA NO BUSCAR CULPABLES FUERA
¿Te has parado a
pensar porque atraes unas situaciones o cosas repetidamente a tu vida? ¿Por qué
sientes rencor hacía alguien? ¿Por qué ciertas personas no te hablan, te
desprecian o se sientes a gusto contigo?
Este post es en respuesta a todas esas personas que, de alguna
manera u otra, no estaban del todo de acuerdo con el post del perdón. La verdad
es que llegaron a mi comentaros muy diferentes entre sí.
En realidad, son estos artículos los que me gusta escribir para
que de alguna forma las personas identifiquen sentimientos encontrados en
ellos, además de esas creencias o esa rabia que tienen dentro y, a veces, solo
a veces, no lo saben. El primer paso para el avance es la consciencia de quien
eres realmente, de qué es lo que te hace actuar de una forma u otra y de cuáles
son los pensamientos que te llevan a sentir y a emocionarte.
Realmente creo que muchas personas viven en un mundo de lamentaciones
y de victimismo sin ver más allá de sus problemas y de lo que creen que les
hacen los demás. Yo antes me dejaba llevar constantemente por la crítica y la
queja, y aunque a veces, todavía me descubro a mí misma en las acciones de mi
antigua yo, soy consciente de que lo tengo que sacar de alguna parte de mi inconsciente.
“Es increíble como la mayoría de las personas pasan más tiempo
en el valle de las excusas que en la altura de sus sueños”
Lain García Calvo
Me gustaría decir que he aprendido de mis errores, que ya
patrones inconscientes no actúan sobre mí, aunque a veces la vida te pone muros
que has de romper y te das cabezazos contra ellos porque de alguna manera no
crees que merezcas más. No crees que
eres realmente importante y te dejas llevar de nuevo por la corriente.
Una vez leí en una pared de una casa medio en ruinas: “Solo los
peces muertos se dejan llevar por la corriente”. Cada vez entiendo más esas
palabras… Cada vez entiendo más por qué algunas cosas en mi vida me siguen
creando ansiedad y la simple realidad es que no me he plantado con los pies
firmes en el suelo y he decidido romper con mis limitaciones. De alguna manera
la vida te da toques de atención que tienes que superar lo creas o no. Siento
que veo en los demás mucho poder y yo aún no he interiorizado ese poder en mí.
Muchos individuos no son conscientes de que nuestros
pensamientos crean realidades para bien o para mal. No son conscientes que
vibraciones similares vibran juntas y que por eso se atrae a su vida personas
de unas características u otras en cuanto a carácter.
A veces vemos en otras personas, lo que tenemos que trabajar en
nosotros. Ellos son magníficos maestros de vida, aunque nos cueste creerlo.
Dicen que si reconocemos emociones malas en otros es porque en algún momento de
nuestra existencia hemos sentido o hemos sido como esa persona. De alguna
manera esos individuos se han puesto ahí en un momento dado para trabajar algo
en nosotros. ¿Qué es lo que tenemos que aprender de la emoción negativa que me
provoca la forma de actuar de una persona?
“No tienes
que creer en ello.
En realidad, la vida es como es lo creas o no.”
Amada
Selina
Sí que es verdad que se puede decir que hay gente mala, o, mejor
dicho, que actúa de una forma negativa para los ojos de los demás y que no ven
el daño que pueden llegar a hacer a los otros, pero como ya he escrito en
alguna ocasión: Si tu serías esa persona, con esas vivencias, con esos
sentimientos y emociones, con esos miedos…actuarías igual.
Sí que es verdad que hay personas que no miran más allá de su ombligo
y que, por desgracia, nunca entenderán que tienen que mirar dentro de ellos
mismos y trabajar en su desarrollo personal para ser mejores personas.
¿Cómo se puede explicar que dos hermanos completamente iguales
en aspecto físico, gemelos, con la misma educación y con el mismo ambiente
familiar de padre alcohólico y maltratador respondan a ello de manera
completamente diferente?
Uno de ellos ha entendido lo que no quiere en su vida y hace
todo lo posible para no parecerse en nada a su padre y de dar a sus hijos una
educación completamente diferente.
El otro, en cambio ha vivido con victimismo toda su vida,
echando valores fuera y diciendo que eso era lo que su padre le enseñaba y, por
tanto, él no lo puede hacer de otra manera.
En algún momento de su vida esos dos hermanos han valorado más
unos aspectos que otros. Uno ha tomado el 100% de su responsabilidad ante la
vida sabiendo que es lo que no quiere, el otro en cambio, se ha dejado llevar
por el sufrimiento que un día le causo su padre y actúa de la misma forma que
lo hizo él, aunque odiara su comportamiento.
Lo único que diferencia a estas personas es el enfoque que han
dado a las cosas, el modo de verlo, puesto que aquello en lo que te enfocas se
expande. Uno se enfocó en salir de esa situación y en lo que quería en su vida,
el otro simplemente se dejó llevar sin darse cuenta que se estaba enfocando en
todo aquello que no quería.
Seguramente uno escuchará más las palabras de aliento de otras
personas (que no eran su padre) y puso en duda que la vida tendría que ser así.
El otro simplemente se creyó la mentira de su padre y se dejó llevar por las
circunstancias, por la rabia y por el dolor de lo que había sufrido.
A veces pensamos que todos los problemas vienen de fuera, aunque
en realidad los problemas empiezan en la mente de cada uno, por las emociones o
sentimientos que tienen con respecto a situaciones que se dan.
Por suerte, puedes trabajar en ti para influir en tu entorno y
en las personas que te rodean.
“Cambiamos el mundo no por lo que decimos o hacemos, sino como una consecuencia de lo que nos hemos convertido.”
David
R. Hawkins
Ya para terminar me despido con un pequeño cuento con paradora.
Espero que te guste.
“Un científico, vivía con preocupación todos los problemas del mundo. Estaba decidido a encontrar por todos los medios una solución. Pasaba días en su laboratorio, en busca de respuestas.
Cierto día, su hijo de 7 años, invadió su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarle a encontrar esa ansiada solución. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera distraer su atención: Encontró una revista, donde había un mapa del mundo, ¡justo lo que precisaba!
Con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de cinta, diciendo: Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te voy a dar el mundo en pequeños pedazos, para que lo repares.
El científico pensaba, quizás se demoraría meses en resolverlo, o quizás nunca lo lograse, pero por lo menos, le dejaría tranquilo por un tiempo; pero no fue así.
Pasada algunas horas, escuchó la voz del niño: "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. ¡No puede ser, es imposible que, a su edad, haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes!
Levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería un trabajo digno de un niño: Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo había sido capaz?
-"Hijito, tú no sabías cómo es el mundo, ¿cómo lograste armarlo?"
-"Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi del otro lado la figura de un hombre. Así que le di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y me di cuenta que había arreglado al mundo."
PARADOJA: PARA ARREGLAR EL MUNDO EMPIEZA POR TI
Aunque a veces nos da rabia como actúan las personas tenemos que
tener presente que cada persona tiene unos valores diferentes. Siempre su punto
de vista será el correcto, no quiere decir, que su modo de ver las cosas sea el
mejor o no, nada tiene sentido excepto el que nosotros le damos.
¡Un saludo para ti!! Muchas gracias por
leer mi blog.
Vanesa Garin ¡Aquí y ahora!
Qué bueno!!! Cuando conseguí arreglar al hombre, arreglé el mundo!!! Perfecta elección para este post!. Muy bien, Vanesa!
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