TÉCNICA SENCILLA PARA ELIMINAR LAS PREOCUPACIONES DE TU VIDA

Preocupaciones … ¿qué son las preocupaciones… más que una forma de ocupar tu mente y tu tiempo en aspectos negativos que no aportan nada positivo?; ¿qué son las preocupaciones… más que maneras de hacernos víctimas de cosas imaginarias que raramente se convierten en algo lógico y verídico?; ¿qué son las preocupaciones… más que ideas y pensamientos que nos evitan concentrarnos en lo realmente importante aquí y ahora?

¿Qué era lo que me preocupaba?

       Hace unos años me preocupaba ¡por todo! Por todo lo que pasó y podía haber sido de otra manera; por todo lo que era y no estaba siendo diferente; por todo lo que podía ser y seguramente no sería…

Me escuchaba decir frases con entonación preocupante, mientras veía en los ojos de las personas con las que las compartía, empatía y sentimientos paralelos a los míos.

Paréntesis para las preocupaciones

Hay estudios que relevan que tenemos más de 60.000 pensamientos diarios, que la mayor parte se repiten día tras día y son negativos… al leer esto, por primera vez no le di mayor importancia. Fue cuando puse en práctica una técnica de Robin Sharma del libro “Lecciones sobre la vida del monje que vendió su Ferrari” cuando me hice consciente de la basura que tenía en mi mente.

Este gran escritor y mentor comenta, que debemos programar paréntesis para las preocupaciones. Es decir, programar, por lo menos media hora al día para preocuparse. Robin escribe que:

“Durante una sesión de preocupación, puedes revolcarte en tus problemas y meditar en tus dificultades. Pero una vez concluido ese periodo, tienes que aprender a dejar tus problemas atrás y hacer algo más productivo (…)  Si durante otros momentos del día sientes la necesidad de preocuparte, anota aquello sobre lo que quieras preocuparte en un cuaderno que podrás consultar durante el siguiente paréntesis. Esta sencilla, pero poderosa técnica te ayudará a reducir gradualmente la cantidad de tiempo que pasas preocupándote y con el tiempo servirá para eliminar este hábito de manera definitiva. (…)”

¿Sabéis cuando fui consciente de verdad de todas las preocupaciones que paseaban libremente por mi cabeza?

Cuando comencé a poner en práctica esta sencilla y poderosa técnica que cambio mi vida.

¿Cómo lo hice?

Yo empecé a hacerlo como rutina, cada día iba con una libreta y apuntaba los pensamientos o problemas que me venían a la cabeza, después los analizaba en mi hora “paréntesis”, teniendo en cuenta y respondiendo a las siguientes preguntas:

·         ¿Qué pensamiento o problema me viene a la cabeza?

·         ¿Es pasado, presente o futuro?

·         ¿Cuál es la emoción o emociones que me produce?

·         ¿Puedo hacer algo para cambiar esa emoción o esa situación?

·         ¿Quiero cambiar esa emoción o situación? Si la respuesta es sí: ¿Qué es lo que voy a hacer para cambiarla? Si la respuesta es no: lo asumo y me doy permiso para dejarlo ir.

·         ¿Si te lo contaría un amigo o amiga qué o cuáles consejos le darías?

·         ¿Qué es lo peor que podría pasar si se daría la situación que te preocupa? ¡Sincérate! ¿lo peor? Estadísticamente hablando ¿cuánto de posible es que suceda?

·         ¿Qué es lo mejor que te podría pasar, en vez de lo que te preocupa? Describe la situación.

·         ¿Qué es lo que te diría esa persona a la que admiras o respetas?

·         ¿Cuánto sentido tendrá esto que me preocupa dentro de cinco años?

Estuve una buena temporada llevando a cabo esta práctica, dejaba un rato al día para preocuparme o para reflexionar, sobre algún tema qué de algún modo me producía malestar. Te recomiendo que, si lo vas a hacer, no hagas la sesión por la noche, antes de ir a dormir, para que las preocupaciones que no te den tiempo a reflexionar durante ese rato, no te quiten el sueño.

Algunas de las preguntas son muy poderosas, te hacen ver la realidad de las cosas que te preocupan y al hacernos conscientes de las preocupaciones que tenemos y que muchas de ellas no tienen solución o no van a tenerla, porque no vamos a hacer nada para cambiarlo; o, que dentro de unos años ya no tendrán tanta importancia, dejaremos que nuestra mente tenga más espacio para cosas reales y pensamientos positivos que sólo nos ayuden a crecer y a motivarnos.

¿En qué me ayudo?

Mirando atrás, ni yo misma llego a creerme, lo efectivo que fue para mí ponerlo en práctica. Al principio escribía folios enteros con preocupaciones. Pasado algunos días, me di cuenta que muchos de los pensamientos se repetían cada día. Como anteriormente ya los había analizado y reflexionado cuando aparecían en mi mente, simplemente los descartaba diciéndome a mí misma: - esto ya está solucionado. Así, a lo largo de los años he podido dejar un hueco en mi cabeza para más pensamientos positivos y no tanto negativos. Llegue a la conclusión que había perdido gran parte de momentos en mi vida, por preocupaciones absurdas que limitaban mis movimientos y tenían ocupada mi mente. Por preocupaciones que no llegaron a suceder y las que sucedieron trajeron consigo aprendizajes muy beneficiosos para mí.

Elimina tus preocupaciones

¡Si las preocupaciones forman parte de tu día a día y no te has parado a pensar en lo perjudiciales que pueden llegar a ser, tal vez te sigas preocupando de muchas cosas pasadas, muchas cosas posibles y muchas cosas futuras! ¡Te invito a que te busques una hora adecuada a tu rutina del día y que pruebes esta sencilla e increíble técnica!  Y si lo deseas compartas la experiencia conmigo y con los lectores del blog.

“Demasiadas personas desperdician los mejores años de su vida atrapados en un estado constante de preocupación”.

 Robin Sharma.

¡Un abrazo para ti!! Muchas gracias por leer mi blog.

Yo Vanesa Garin ¡aquí y ahora!