3 APRENDIZAJES QUE ME HAN HECHO CAMBIAR MI MANERA DE VER LA VIDA
Si hace algunos días
leísteis esta afirmación en mi primera publicación, tal vez, sólo tal vez, os
preguntareis el porqué de estas palabras. Si os apetece saber más, os invito a
que sigáis leyendo...
Puedo decir a modo de
resumen y por puntos, que tres de las cosas que me han hecho cambiar totalmente
mi manera de ver la vida, han sido las siguientes:
- Admitir e interiorizar mi propia responsabilidad en cuanto a mis
pensamientos, comportamientos, sentimientos y emociones.
- El hecho de entender que todas las personas lo hacen y se comportan lo mejor que pueden, con los aprendizajes que han ido adquiriendo a lo largo de la vida y con su mochila llena de experiencias.
- También, que algo o alguien es perfecto o imperfecto según desde los ojos del que mira. No existe una verdad absoluta en cuento a situaciones o vivencias, hay tantas verdades como ojos que ven, orejas que escuchan y corazones que sienten.
Mi propia responsabilidad
Hace ya algunos años leí una frase que me llevó a plantearme todos y cada uno de los sentimientos y emociones que hasta ese momento había tenido. Empecé a trabajar en mí, para no echar balones fuera sobre cómo me sentía, qué emociones me invadían y cuáles eran los pensamientos que dejaba libremente pasearse por mi cabeza. Cuando escuche por primera vez las palabras: “nadie puede ser el causante de tu daño, salvo que sea un daño físico”. Me revolví, enloquecí...creo que salió, en ese momento, todo lo que yo consideraba lo peor de mí. Es más, no creí lo que escuchaba, además, de no creer antes lo que leí.
Aunque os voy a decir una
cosa, ¡rotundamente!, esas palabras han hecho de mí una persona mucho más consciente
y libre. Así que tanto, si habéis empezado o lleváis tiempo recorrido en
vuestro camino de desarrollo personal y estáis buscando ser una mejor versión
de vosotros mismos, ¡de verdad os pido! que asumáis la responsabilidad desde el
principio sino queréis que todo el universo se alíe, como fue en mi caso, para
ponerte diferentes frases con el mismo significado procedentes de fuentes
inimaginables.
¿Qué quiero decir con esto?:
Que yo negaba ese tipo de responsabilidad. “¿Cómo iba a dejar de pensar
negativamente en alguien que solamente me causaba malestar? La culpa la tiene
él, ella tiene que cambiar, que mierda de...” Yo no paraba de echar la culpa a
otros de mi amargura, de mi negatividad, todo para mí era algo externo sobre lo
que no tenía ninguna responsabilidad, pero ¿sabéis una cosa? Existe una
coalición en el universo que cuando quiere que aprendas algo te lo pone en
bandeja una y otra vez. Empecé a ver frases cómo estas:
- “Nadie
puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento” (Eleonor Roselvelt)
- “Soy
responsable de mi pensar, sentir y actuar, me guste o no, los culpables no
existen.” (Elle Ferreira)
Además de las frases, escuchaba
a su vez en conferenciantes hablar de victimismo y de lo perjudicial que era,
oía por la calle a personas conocidas y desconocidas hablar sobre lo mismo, que
nadie puede hacerte sentir de una manera o de otra y fue ya, después de
muchas bandejas servidas y mucha negación a interiorizarlo cuando fui
poniéndolo en práctica y poco a poco haciéndome responsable de mi sentir.
Ya cuando me di cuenta que
yo, era la última y única responsable de mis pensamientos, de mis
sentimientos y de mis emociones, en relación a las situaciones que vivía
conseguí interiorizar mi responsabilidad sobre ello y verdaderamente me siento
libre.
“Responsabilidad”
si desglosamos este término, aparecen dos palabras procedentes del latín
“ respons y ability” que significa: “Capacidad para responder”.
Ahora soy más consciente en las diferentes situaciones de los pensamientos que llegan a mi cabeza, de los sentimientos que provocan en mí y las emociones que comparto o no. Para esto, he tenido que hacer mucha autorreflexión, utilizar diferentes técnicas que me acompañan y me han acompañado, analizar las situaciones y tomarme un tiempo para pensar en ellas y en para qué y por qué reacciono de una manera u otra. Más adelante, en diferentes post os explicaré algunas de las técnicas que han cambiado mi vida.
Lo
hacemos lo mejor que podemos
Otra de las cosas que me ha
liberado muchísimo y que se puede unir a todo lo anterior, es ser conciente de
que las personas se comportan por fuera, cómo se encuentran por dentro y que
cada uno lo hace lo mejor posible en el momento en el que está, con sus
creencias, con sus aprendizajes, con sus habilidades y con sus vivencias.
Tenemos que tener en cuenta
que cada ser humano es único y especial antes de juzgarlo y qué si fuéramos esa persona, con toda su
vida a cuestas, nos comportaríamos de ese mismo modo, en la misma situación.
Así que lo importante no es lo que haya sucedido contigo o con otra persona. Lo
importante es cómo tú reacciones ante ello, qué veas cuáles han sido tus
pensamientos, los cuales te han provocado unos sentimientos y estos, a su vez,
unas emociones.
Por eso, aunque me cuesta y
aún lo hago, trabajo cada día para dejar a un lado la crítica hacia los demás y
no hago el esfuerzo inútil de querer cambiar a alguien. Eso es agotador y te
puedes dar de frente contra la pared una y otra vez. Da libertad cuando
comprendes que hay personas que no sienten necesidad de cambiar y que no
quieren cambiar, solo hay que aceptarlo para sentirse aún más libre. En tu mano
está el decidir, con quién y cómo te quieres relacionar, para que lleguen a ti
unas emociones u otras.
La perfección no existe
Gran parte de mi vida he
buscado la perfección en las cosas que hacía y, aún hoy, me encuentro con algunos de esos momentos en que quiero hacer todo perfecto y me entra angustia, por
considerar que no lo hago. No por el qué dirán los demás, hace tiempo que no
pienso en ello, ya lo dejé atrás. Bastante duros nos comportamos con nosotros
mismos, como para, tener que pensar en los otros.
Cada vez que reflexiono
sobre una situación que me crea angustia llego a la conclusión que soy “yo
misma con mis pensamientos”, la que me digo qué es lo perfecto o lo imperfecto
en la situación en la que estoy. Desde
que entendí que la perfección absoluta no existe, me permito poner en duda todo
lo que para mí está bien o está mal.
Tenemos tantas maneras de
mirar, tenemos tantas maneras de escuchar y otras tantas maneras de sentir, como
seres humanos que existimos. Y eso, es lo que a ti y a cada uno nos hace
especial y aunque haya momentos que lo dudemos, ¡de verdad! ¡somos únicos y especiales!
¡Un saludo para
ti!
¡Muchas gracias por leer mi blog!
Vanesa Garin ¡Aquí y ahora!
👏👏👏👏👏😍😘❤
ResponderEliminarQué decir... más que decir más que lo que dices son realidades absolutas. Aún hay gente que no lo ve o más bien podríamos decir que no está en la misma frecuencia y quizás no les toque vivir ese momento,otros,en cambio,simplemente no quieres salir de su zona de confort,una pena aunque "se dice " que hay que aceptarlo,sin juicios. Lo que está claro es que si todos hiciéramos un poquito de cada cosa que has dicho probablemente se minimizarían los conflictos tanto con nosotros mismos como con el resto. Muy buen escrito donde se refleja la experiencia y sabiduria.Gracias💚🙏
ResponderEliminarHola Vanesa!!
ResponderEliminarLo primero decir q me encanta como escribes y te expresas, lo segundo q me siento totalmente identificada yo estoy en todo ello. Y lo tercero confirmar lo q muy bien comenta judith el mundo mejoraria si todos tomaremos conciencia de todo esto y trabajasemos sobre nuestro crecimiento personal. Gracias por compartir con nosotros.😍